martes, 19 de noviembre de 2013

CADÁVERES POLÍTICOS

Hace unos días, en alusión al opositor Jorge Quiroga, el Fiscal General disparó: “No me voy a referir a cadáveres políticos”. Con el humor de serie televisiva mexicana que lo caracteriza, Tuto denunció desde Estados Unidos: “Me está amenazando de muerte”.
La Razón / Exeni
00:05 / 10 de noviembre de 2013
Hace unos días, en alusión al opositor Jorge Quiroga, el Fiscal General disparó: “No me voy a referir a cadáveres políticos”. Con el humor de serie televisiva mexicana que lo caracteriza, Tuto denunció desde Estados Unidos: “Me está amenazando de muerte”. ¿Se imaginan si el Fiscal le decía, por ejemplo, como elogio, “animal político”? Tuto se declararía, en plena OEA, un “perseguido zoológico”. Hay recreo para rato.
Pero, sin duda, lo más ocurrente en el periplo de Quiroga por Washington es su presentación como (pre)candidato presidencial para las elecciones de 2014. Vaya sorpresa. Aunque no hay información fidedigna sobre la (auto)proclamación, el heredero de Banzer reafirma que está habilitado. Lo que no sabe es con qué. Su agrupación Podemos, esa sí, es un cadáver. ¿Y su cuna ADN? Un zombi. Tendrá que injertarse en algún frente amplio.
Otros que anuncian/quieren pero no tienen “instrumento” son los varones-jopo de la manfredumbre. Nueva Fuerza Republicana (NFR), fiscales abstenerse, está enterrada.
Y Fuerza Republicana Federal (FRF) ni siquiera nació —fue archivada— por falta de firmas. Para rematar, su vocero-activista, el senador Antezana, ya no podrá viajar al norte para reunirse con su jefe, pues tiene arraigo marca misil. Y no es cuento chino.
Desde Brasil, en tanto, el exhombre fuerte del Comité Cívico cruceño Branko Marinkovic lanza un curioso pedido para “cuidar el voto” y “unir a los bolivianos”. Es evidente que su condición de prófugo de la Justicia le sienta bien. Ahora no alienta el separatismo ni la toma violenta de instituciones. Asegura también que quiere volver, pero no todavía. Quizás más adelante, con su amigo Róger. Para el fiscal no es una osamenta         política, sino un extraditable.
Por si faltara alguno, desde su guarida inmobiliaria en Miami, el principal acusado de comandar la masacre de la “guerra del gas”, Carlos Sánchez del Caín, manda mensajitos en clave de amenaza: “Soy un perseguido político (sic)…; en cuanto las condiciones lo permitan seré el primero en retornar a mi país”. Jura el fugitivo Chulupi que está haciendo un posgrado en política. Ya le dijeron que su materia favorita es “cómo ser una lacra”.
Hay cadáveres políticos.
Ay, cadáveres

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