LA VÍCTIMA DEL DELITO
La palabra víctima (del
latín “vencido), no tiene un significado único, en ocasiones es sinónimo de
agraviado u ofendido por el delito, en otros considera a cualquier persona
(natural y jurídica) o número de estas que sufren por causas naturales o
humanas.
VÍCTIMA: Persona física que sufre
directamente los efectos del delito bien porque es titular del BJP (sujeto
pasivo del delito), o porque sin ser sujeto pasivo del delito recibe la acción
delictiva (sujeto de la acción), familiares del sujeto pasivo, o finalmente
porque sin estar incluida en las anteriores categorías recibe o es afectado con
perjuicios morales o económicos (perjudicado civil).
Se incluye en la
expresión víctima no solo a la persona física e individual; sino también a las
entidades jurídicas, organizaciones y asociaciones.
Tradicionalmente el Derecho
Penal no se ha preocupado nunca de la víctima:
CAUSAS
DEL OLVIDO DE LA VICTIMA
Varias son las excusas
que se vierten en torno a la imperdonable indiferencia del Derecho Penal y la
Criminología respecto a las víctimas del delito y las víctimas en general.
Algunas incluso, rayan en la puerilidad.
Se alega por ejemplo que
los criminales pasan a la historia, mientras que las víctimas caen en el
olvido. ¿Quién no recuerda por ejemplo a Jack “El Destripador,” a Landrú, a
Capone, al “Estrangulador de Boston, “a, “El Carnicero de Rostov,” ¿Recuerda
alguien el nombre de sus víctimas?
Sólo por excepción,
principalmente en los casos de magnicidio, la víctima suele pasar a la
historia; Ej.: Abraham Lincoln, Jack Kennedy, Martín Luther King, Mahatma
Gandhi.
Algún victimólogo
pretende encontrar la causa del olvido de las víctimas en el miedo que inspira
el criminal. Y cándidamente se pregunta: “¿Quién le teme al cordero? Otros
creen que la explicación está en que nos identificamos con el criminal y no con
la víctima.
Recuérdese al populacho
escogiendo a Barrabás y no a Jesús, y pidiendo la crucifixión del hijo de Dios.
Y en nuestros días el caso de Ronald Biggs, el legendario asaltante del “Gran
Robo del Tren” en Inglaterra, calificado como el “robo del siglo”, aclamado
como un héroe en Barbados, por haber escapado de la justicia británica. Muchos sicólogos
dicen que en el subconsciente, el hombre considera al criminal un sujeto que se
atreve a ejecutar lo que él es incapaz aunque desearía hacerlo.
Según Rodríguez
Manzanera: «Todos hemos deseado cometer algún delito: robar algo, lesionar al
enemigo, poseer a la mujer del prójimo, evadir los impuestos, etc.» Partiendo
de este supuesto, el autor mexicano concluye que: «existe una identificación
(consciente o inconsciente) con el criminal, con aquel que se atreve a ejecutar
lo que nosotros no osamos realizar» Por el contrario, no existe identificación
con la víctima; nadie desea que le roben, lo hieran, lo injurien o lo violen.
Esta identificación con el criminal explicaría el éxito de la novela negra, de
la página roja en los periódicos, de las revistas amarillistas dedicadas al
crimen, de las películas de gangsters, de las series policiacas en la
televisión. Jesse James, Dillinger, Bonny and Clyde, son héroes y no bandidos
para los norteamericanos. Cuando se proyecta un film que rememora y
subliminalmente celebra sus hazañas, raro es el espectador que se identifica
con los representantes de la ley y el orden y no con sus adversarios.
Quizá no los
aprobemos...pero algunas veces los admiran. Además, existen víctimas que es
mejor dejarlas en el olvido, pues su atención y estudio podría significar para
la sociedad o el Estado un serio costo político; piénsese en las víctimas de la
injusticia social, de la violación de los derechos humanos, de la marginación,
la segregación racial o religiosa, etc.
Otra razón para este
secular olvido de las víctimas es la postura de la Criminología tradicional de
creer que el crimen es fruto de la exclusiva voluntad del hombre y que por ende
la sociedad y el Estado no tienen ninguna responsabilidad con el origen del
crimen y consecuentemente nada deben a la víctima.
Curiosamente, mientras
en el crimen individual se rechaza la responsabilidad de la sociedad y el
Estado, cuando se trata de colectivos como el Holocausto se exige
indemnizaciones a los vencidos e injustamente se ignora a las víctimas causadas
por los vencedores, que sufrieron iguales o casi iguales horrores y
padecimientos.
LA VICTIMOLOGÍA
El que la
víctima se haya colocado antes en una situación de peligro, que en el hurto del
carterista no haya tenido cuidado, que en la estafa no haya estado atenta, o en
la apropiación indebida no haya obrado inteligentemente, no afecta a la
culpabilidad del autor».
Dicho de otra manera el Derecho
Penal separa radicalmente al atacante de la víctima, haciendo caso omiso que la
relación agresor-agredido resulta tan vinculante que la Víctima sea la única
responsable de su propia victimización.
Por el contrario, la Victimología
no concibe al delito «como un producto unilateral de la decisión de un
autor, sino como resultado de la interacción entre el autor y la víctima. »
CONCEPTO.-
La victimología es
la ciencia que estudia la víctima, desde el punto de vista de su sufrimiento en
sus tres etapas de victimización:
a. La primera como víctima directa del
delito
b. La segunda como objeto de prueba por
parte de los operadores judiciales del Estado en el proceso de investigación
c. La tercera la víctima como sujeto de
sufrimiento silencioso en su angustia, estrés, depresión, marginación social al
revivir o recordar los sucesos en las cuales se produjo la comisión del delito.
La victimología,
apartándose de la criminología, busca redescubrir a la víctima en sus derechos:
a la verdad, a la reparación y, a que se haga justicia en un proceso penal
donde tenga todas sus garantías como las tiene el procesado.
CLASIFICACIÓN Y TIPOS DE LAS
VÍCTIMAS (de Landrove)
1.- Víctimas no Participantes.- También denominadas enteramente
inocentes o ideales. Su intervención no desencadena el acto criminal; la
relación entre el infractor y la víctima es irrelevante. En esta categoría se
distinguen entre víctimas accidentales e indiscriminadas.
a) Víctimas
Accidentales.- Son puestas
por el azar en el camino de los delincuentes, como es el caso, por ejemplo, del
cliente que se encuentra en un banco en el momento de consumarse un asalto a
mano armada, o de quien sufre un atropello derivado de la conducción imprudente
de una persona ebria.
b) Víctimas
Indiscriminadas.- No tienen en ningún momento vínculo con el
culpable, Es un sector más amplio que el anterior. El ejemplo tradicional los
constituyen los atentados terroristas, en los que con frecuencia no existen
motivos personales en contra los agraviados (daño colateral).
2.
Víctimas Participantes:
Tienen cierto papel en el origen del delito, interviniendo voluntariamente o
no, en la dinámica criminal.
a) Por imprevisión de la víctima.- (cuando no cierra las vías de acceso al
hogar, deja a la vista un objeto valioso en el vehículo, camina a altas horas
de la noche por un barrio peligroso, etc.)
b) Otras veces su intervención es más
decisiva, provocando el suceso, que surge
como represalia o venganza contra su actuación.
c) Víctimas
alternativas.- Aquellas
que se sitúan voluntariamente en
posición de serlo, dependiendo del
azar su condición de víctima o de victimario (como sucede en algún duelo o
pelea).
d) Víctimas
voluntarias.- Que
instigan el delito o lo pactan libremente (eutanasia, homicidio, suicidio…).
3.
Víctimas Familiares.-
Pertenecen al núcleo familiar del infractor, y se encuentran en una situación
de especial vulnerabilidad por su relación convivencial o doméstica con aquél
(lo que a su vez explica la amplia “cifra negra” de los delitos producidos en
este entorno). Los malos tratos y las agresiones sexuales en el hogar tienen
principalmente como objeto pasivo a los miembros más débiles: las mujeres y los
niños.
4.
Víctimas Colectivas.-
En delitos que lesionan o ponen en peligro determinados bienes cuya titularidad
no corresponde a una persona natural, sino a una persona jurídica, a la
comunidad o al Estado: delitos financieros, fraudes al consumidor, delitos
informáticos, y otras defraudaciones de lo que suele denominarse delincuencia
de cuello blanco.
En todas estas
infracciones destaca la despersonalización, colectivización y anonimato
respecto a las relaciones entre delincuente y ofendido.
5.
Víctimas Especialmente Vulnerables.-
Aquellos sujetos que por diversos motivos ofrecen una predisposición
victimógena especifica.
a. La edad, ya que a los niños y ancianos les suele resultar más
difícil ofrecer una resistencia eficaz.
b. El estado físico o psíquico del sujeto, debido a la mayor debilidad
provocada por ciertas enfermedades y minusvalías.
c. La
raza, que motiva victimización
de algunas minorías.
d. El
sexo, siendo
generalmente mujer la víctima de ciertos delitos producidos en el entorno
familiar, laboral, etc.
e. La
homosexualidad, se
encuentra en la base de algunas infracciones (chantajes, agresiones físicas…).
f. Los factores sociales, que proporcionan esa mayor victimización: la
desahogada posición económica, el estilo de vida, la ubicación de la vivienda.
g. El
trato, con grupos
marginales, etc.
h. El
riesgo inherente,
al ejercicio de algunas profesiones (policías, vigilantes, taxistas, empleados
de entidades bancarias, farmacéuticos…), y particularmente el ejercicio de la
prostitución.
6.
Víctimas simbólicas:
Personas que sufren actos dirigidos a menoscabar un determinado sistema de
valores, partido político, ideología, secta o familia, a los que pertenece el
agraviado, siendo un elemento representativo de los mismos; los asesinatos de
Martin Luther King o Aldo Moro suelen ser citados como ejemplos.
7. Falsas víctimas: Denuncian en delito que en
realidad no ha existido, ofreciendo una doble modalidad:
a. Simuladoras.- Actúan conscientemente poniendo
en marcha el proceso con el fin de provocar un error judicial.
b. Imaginarias.-
Que creen
erróneamente (por causas psicológicas, o por inmadurez psíquica) haber sufrido
un acto criminal.
Conclusión: Podríamos considerar al delito
cómo una interacción física/conductual, observable y multivariable, que para su
comisión necesita de la “pareja delictual o criminal” compuesta por las
acciones y omisiones tanto del agresor o victimario, como de la víctima en
cuestión.
LA
VICTIMA POTENCIAL.
Todo el mundo podemos
ser en un momento determinado victimas de cualquier delito, pero según estudios
realizados y basándonos en los resultados de las encuestas de victimización, sí
que podemos afirmar que existen unas variables que elevan el riesgo de
convertir a una persona víctima del delito, el estilo de vida y el modelo de
oportunidades.
1.-
El estilo de vida
(varios autores).- Cinco factores están fuertemente asociados al riesgo
individual de la victimización: a) exposición, b) proximidad víctima-agresor,
c) capacidad de protección, d) "atractivo" de la víctima, y e)
características específicas del crimen.
a. Exposición.- La probabilidad de victimización
está directamente relacionada con el tiempo que pasa una persona en lugares
públicos.
b. Proximidad
víctima-Agresor.- Menor
distancia social-demográficas, entre las víctimas potenciales y agresores, es
mayor la probabilidad de victimización.
c. Capacidad
de protección.- La
probabilidad de victimización es menor, si los individuos se aíslan de aquellos
que tienen características de agresores: si puede se muda a una zona con menos
incidencia delictiva, o viajar en coche en vez de transporte público.
d. “Atractivo”
de la víctima.- Las
víctimas con menor capacidad de resistencia, Ejemplo una víctima bajo los
efectos del alcohol, otra con bienes valiosos, son más atractivas para los
delincuentes y de esta forma afectan a los riesgos de victimización.
e. Características
específicas del crimen.- La naturaleza del delito influye directamente
sobre los efectos esperados de los factores de exposición, proximidad,
capacidad de protección y atractivo.
Cuanto más instrumental
sea la motivación del agresor para practicar el delito -en el sentido de que
está orientado por la perspectiva de la ganancia material- mayor será la
importancia de los cuatro factores discutidos arriba.
Las hipótesis
mencionadas cuentan con detractores, pero muchos autores decidieron utilizar
este modelo, en la búsqueda de explicaciones que procuran tomar en cuenta los
diferentes tipos y naturaleza de las causas de la victimización.
VICTIMIZACIÓN.
Desde
el punto de vista criminológico se produce 3 procesos distintos en virtud de
los cuales un ciudadano se convierte en víctima:
a. Victimización
primaria: Se
produce directamente por la perpetración del hecho delictivo.
b. Victimización
secundaria: Seria
victimización secundaria; cuando la persona perjudicada por el hecho delictivo
acude a organismos oficiales y no recibe de estos el tratamiento adecuado (por
ejemplo una persona que ha sido violada y se siente maltratada por la policía y
después los abogados utilizan como técnica intentar demostrar que la víctima
con su situación ha provocado el delito).
c. Victimización
terciaria: La
víctima sufre rechazo por la sociedad.
CLASIFICACIÓN
DE VÍCTIMAS
I
MENDELSHON
1.
Víctima completamente inocente.-
Es la que no ha hecho nada para desencadenar la situación criminal en la que resultó
lesionado o afectado. Como el que en un
supermercado recibe el impacto de una explosión, o el menor que recibe en su cuerpo
una bala perdida.
2.
Víctima de culpabilidad menor o por ignorancia.- En este caso se presente una
circunstancia no voluntaria al delito. La víctima por un acto de poca reflexión
provoca que propia victimización. El que a la salida del banco, en una vía
insegura, empieza a contar los fajos de billetes que le acaba de entregar el
cajero.
3.
Víctima tan culpable como el infractor o voluntaria.- En los casos de homicidio por piedad, donde la
víctima como el victimario son copartícipes del hecho donde como resultado es
la muerte el afectado que sufría enfermedad incurable terminal o discapacitado
grave.
4.
La Víctima más culpable o víctima únicamente culpable.- La víctima por imprudencia, el que
determina la comisión del delito por su falta de cuidado, como el que deja su
vehículo parqueado en vía pública con las llaves puestas.
5.
Víctima más culpable o únicamente culpable.- Aquella que resulta afectada cuando busca lesionar a
otro y este se defiende en legítima defensa causando la muerte al primer
agresor.
II.-
VON HENTIG DIVISIÓN DE LAS VÍCTIMAS: 1.- según la
situación 2.- los impulsos y eliminación de inhibiciones 3.- La capacidad de resistencia 4.- La
propensión a ser víctima.
1.-
Situaciones de la víctima
a. Víctima
aislada. Se aparta
de las normales relaciones sociales, se torna solitaria, poniendo en peligros u
integridad, ya que se priva de la natural protección de la comunidad.
b.
Víctima por proximidad. Hentig distingue la proximidad
familiar (parricidios, incestos y violaciones) y profesional (víctimas de hurtos,
estafas etc.)
2.-
Impulsos y eliminaciones de inhibiciones de la víctima
a.
Víctima con ánimo de lucro.- Es aquella que por codicia, por
deseo de enriquecimiento fácil, cae en manos de estafadores.
b. Víctima
de ansias de vivir.-
Aquellas que se han privado de cosas que la mayoría ha gozado, tratan de
recuperar el tiempo perdido, vivir lo que no ha vivido.
c. Víctima
agresiva.- Es
aquella que ha atormentado a su familia, a sus amigos, su amante o subordinados,
los que llegado el momento, y por un mecanismo de saturación, se convierten de
víctimas a victimarios.
d. Víctima
sin valor.- Para el
pueblo determinadas personas inútiles son víctimas de menos valor. Gentes de
las calles, maleantes, desechos de la sociedad.
ALGUNOS
TIPOS DE VICTIMA.
LA
VICTIMA DE LA VIOLENCIA DOMESTICA:
El
perfil de la víctima.-
No existe un perfil cualquiera puede verse en esta situación. Pero se ha
observado que mujeres que pasan por ello cuentan con unas características,
bastante parecidas.
Hay mujeres con mayor
tendencia a caer en una relación violenta o dominadora y que en sucesivas
relaciones “suelen dar” con hombres que las vuelven a maltratar.
La mujer que se
encuentra bajo la tiranía de un hombre violento, se percibe que no tiene
posibilidad de salir de la relación, piensa que su marido es casi un “Dios
todopoderoso”, perciben el mundo como hostil y cree que no va a poder valerse
por sí misma.
El abuso emocional hace
que se vea como inútil, tonta, loca, fea, sosa, gorda… duda constantemente de
sus ideas y percepciones.
La mujer oculta lo que
le pasa, y si el maltrato es únicamente psicológico, es difícil que se dé
cuenta de lo que le está pasando. En su casa es sumisa, pero tiene explosiones
esporádicas. A veces puede llegar a tener reacciones muy exageradas ante cosas
nimias.
El maltrato, al no ser
continuo, sino intermitente, de castigo y refuerzo, crea una dependencia muy
fuerte en la mujer.
Factores
que predisponen a las mujeres para ser maltratadas.
o
Baja
autoestima (se quieren poco o nada a sí mismas)
o
Carácter
dependiente.
o
Valores
sociales muy tradicionales.
o
Idea
errónea sobre el papel social que tiene que cumplir.
o
No
tolera la idea de fracaso.
o
Carencias
afectivas. Quieren ser queridas tal cual.
¿Por
qué soportan esta situación?
Ø
No
ven la salida al túnel en el que están inmersas, en muchas ocasiones, no son
conscientes de que son víctimas de maltrato, sobre todo cuando éste es
psicológico y más aún cuando es sexual.
Ø
Justifican
la actitud de su maltratador responsabilizándose del comportamiento del mismo.
No sólo se culpan, sino que tienen miedo y sobre todo se avergüenzan.
Ø
El
arrepentimiento del agresor y la aparente reconstitución de la situación las
lleva a pensar que hay una solución y a seguir manteniendo el vínculo emocional
con la persona que las maltrata.
Ø
El
aislamiento social al que están sometidas.
Ø
Cuando
hay hijos/as de por medio, piensan que lo mejor para ellos es no romper la
unidad familiar.
Ø
La
falta de recursos económicos para subsistir, sin depender de su agresor.
Ø
Están
sometidas a un ciclo de violencia del cual les muy difícil de salir: Arrepentimiento,
“Luna de Miel”, Acumulación de Tensión, Episodios
de Violencia.
Ø
Una
vez que ha conseguido el perdón de su víctima, el agresor se siente de nuevo
seguro en la relación, ya la ha recuperado y no tiene que seguir complaciéndola,
empieza de nuevo la irritabilidad y los abusos y cuando ella quiere ejercer su
recién conseguido poder la castiga duramente.
Secuelas en las víctimas de malos
tratos:
Ø
Alto
índice de angustia y depresión. Trastornos de estrés postraumático. Altibajos emocionales. Falta
de autonomía personal. Sensación permanente de temor. Insomnio.
Ø
Afecciones
psicosomáticas: dolor de cabeza, falta de apetito, bulimia, problemas
respiratorios. Sentimientos de culpa. Impotencia e indecisión para actuar.
LA
VICTIMA DEL DELINCUENTE SEXUAL
VICTIMA
DE VIOLACIÓN.- Las
víctimas típicas de violación suelen ser mujeres de 16 a 24 años de edad; sin
embargo, cualquiera, hombre o mujer, adulto o niño, puede ser víctima de una
violación. En la mayoría de los casos, se suele conocer al violador.
SECUELAS en víctimas recientes de
violación.- Miedos intensos a situaciones relacionadas con la agresión, miedo a
estar sola, a estar a oscuras, a salir de noche, etc., ansiedad general difusa,
pérdida de control, miedo a la muerte, sentimientos de culpa por lo que pudo
haber hecho y no hizo, lavados constantes y pérdida de la autoestima.
Pasados unos meses los
síntomas que pueden persistir son: Alteraciones en el apetito y el sueño,
tensión muscular, nivel de alerta muy alto, taquicardia, pérdida del deseo
sexual, lloros incontrolados, también evitación de situaciones temidas,
aislamiento social, pensamientos e imágenes desagradables, reexperimentación de
lo ocurrido y por último, sentimientos de vergüenza o culpa.
Con mucho apoyo, la
víctima consigue rehacer su vida en aproximadamente 6 semanas, pero en la
mayoría de los caso las secuelas perduran durante más tiempo (varios años).
El grado de violencia en
la violación y la relación de la víctima con el agresor, definen la gravedad de
la sintomatología resultante del abuso. Pero lo que realmente ayuda a superar
el trauma es la cantidad de apoyo social a la víctima. A mayor respaldo de
amigos y familiares, más probabilidad de superar sus secuelas en menor tiempo.
NIÑOS VICTIMAS DE ABUSOS SEXUALES.
En agresiones
sexuales a menores, la proporción es de un chico por cada cuatro chicas, que ha
crecido en los últimos años.
El abuso sexual se da en
todas las clases sociales y tipos de familias, a pesar que socialmente se
mantiene el estereotipo que solo se da en poblaciones marginales.
Lo que sí parece es que
en las familias más desfavorecidas es más fácil detectar los abusos, ya que las
clases pudientes tienen más medios para ocultarlo.
Cuando las agresiones
tienen lugar dentro de la familia, suelen comenzar cuando el niño aún es muy
pequeño.
INDICADORES, que nos hacen sospechar que se ha
producido una agresión sexual a un menor:
Ø
Físicos: La zona genital, el ano o la boca
presentan golpes, infecciones o ambos. En estos casos suele aparecer dolor,
inflamación, supuración y hemorragias.
Ø
Psicosomáticos: Dolores de cabeza, estómago,
ecopresis, enuresis, trastornos en la ingesta y en el sueño…
Ø
Cognitivo-conductuales: Manifestaciones compulsivas:
masturbación, ingesta, manías, comportamientos adictivos.
Ø
Déficits sociales:
·
inhibición
de las habilidades sociales, tendencia al aislamiento.
·
Lenguaje
sexualizado
·
Disminución
de la capacidad de concentración, atención y memoria.
·
Fugas
del hogar
·
Pérdida
del autocontrol y comportamiento marginal predelincuente
·
Baja
autoestima, autoimagen negativa y tendencia a la culpabilidad.
Ø
Psicopatologías: Ansiedad, fobias, miedos, síndrome
depresivo, estrés.
SECUELAS.-
Durante el abuso se introduce al niño/a en
experiencias sexuales que no son adecuadas a su edad, interfiriendo con el
desarrollo normal y saludable de su sexualidad, predisponiéndole a tener
experiencias sexuales inapropiadas. Pierde el sentimiento de confianza y
seguridad en sus relaciones ya que la víctima puede sentirse manipulada, herida
o amenazada precisamente por quien era objeto de confianza.
Se produce una
estigmatización, el niño/a se puede considerar marcado/a para el resto de su
vida.
Las víctimas, pueden
llegar a creer que no pueden controlar su vida, debido a que no han sido
capaces de prevenir o terminar con la situación de abuso.
En conjunto puede
observarse como la victimización sexual de menores contiene efectos similares a
la agresión adulta (ansiedad, agitación, terrores nocturnos, alteraciones en la
alimentación y el sueño, etc.). Siendo especialmente relevante el síndrome de
estrés postraumático. No obstante, algunas de las victimas presentan
características añadidas, por ejemplo en los niños menores de 3 años se
observan esencialmente cambios físicos por ejemplo aumento de la temperatura
corporal.
No todos los casos de
abusos sexuales producen efectos traumáticos severos o permanentes en los
niños/as que los han sufrido.
Existen elementos claves
que potencian las secuelas del abuso, como por ejemplo: que la duración del
abuso sea muy elevada; que se preste escaso apoyo emocional familiar tras el
descubrimiento de la situación; que el agresor sea una persona próxima afectiva
al niño; que el niño/a crea que no ha sido protegido por familiares durante el suceso; el tipo de abuso
o el empleo de la violencia.
LA VICTIMA DEL MOBBING “ACOSO EN EL TRABAJO”
Según un estudio el 53,8
por ciento de las féminas ha sido víctima del ‘mobbing’.
El acoso no entiende de
profesiones, sólo es cuestión de poder. «Está claro que hay un abuso de
autoridad mediante el que el hombre o mujer utiliza su posición para intimidar
y coaccionar al subordinado con la promesa de algún beneficio o un ascenso.
Según la Organización
Internacional del Trabajo, «el acoso comporta toda una serie de insinuaciones
sexuales, verbales, físicas, repetidas y no deseadas, explícitamente
despectivas contra la dignidad y discriminatorias en el lugar de trabajo».
En un porcentaje muy
inferior, también hay víctimas masculinas, las víctimas habituales de los
abusos en el trabajo son mujeres solteras, viudas o divorciadas por su
vulnerabilidad. La acosada recurre a los compañeros como último recurso.
PERFIL.-
Suelen ser jóvenes
menores de 30 años. Son populares en su vida personal y laboral, creativas,
inteligentes, extrovertidas y con mucha seguridad y confianza en sí mismas
inicialmente.
LAS
SECUELAS.-
Ansiedad, depresión y problemas fisiológicos, como dolores de espalda y
estómago, cardiovasculares y adicción al alcohol y las drogas.
Por sectores, las más
afectadas pertenecían a la administración pública, la hostelería, la enseñanza,
la sanidad y los medios de comunicación.
“En torno a estos delitos se cierne la ley del
silencio”. “Muchas de las víctimas no pueden permitirse el lujo de perder el empleo
y por eso no denuncian; otras simplemente no quieren verse humilladas y
cuestionadas tanto judicial como socialmente”.
LA
VICTIMA DEL ASESINO EN SERIE.
Establecer un perfil de
las víctimas de los asesinos en serie es prácticamente imposible, debido a que
según el tipo de asesino que sea y dependiendo de la fantasía que intente
llevar a cabo va a elegir un tipo u otro de víctima.
Lo único que se puede
decir es que las victimas preferidas de un asesino en serie van a ser mujeres
(especialmente prostitutas) y menores de edad.